22 enero 2009

La ventana

Una puerta no es una ventana, pero aún así un rayo de luz traspasa las vitrales de ésta, engulle la onda de la antena, cercenea entre las flores por una llave perdida que abra la puerta, y dé con el conducto de las almas que buscan la justa entrada al círculo que los adentre a un nuevo mundo. Una puerta nunca será una ventana, pero por ella la existencia se cuela, se contrae, se asombra y se libera; simple, ufana, lista para penetrar la vida sin más ansias que seducir al universo.

15 octubre 2008

Huracán Omar

foto: Gansos en la orilla del mar de Pastillo.
sonia marcus gaia

18 agosto 2008

ENCONTRADO

¿Cuál es la naturaleza de la susodicha cancioncito de Silvio Rodríguez? ¿Esa que habla de cuernitos y caballos alucinógenos? Después de toda una vida memorizando, cantando, emborrachándose con las mismas canciones, es ésta la que más duda crea sobre eso que causó tanta ilusión en miles de izquierdistas. El unicornio azul es el gran misterio de las Cruzadas, el gran develado y gran artilugio de las masas, representa los instintos más fantásticos de los revolucionarios. El unicornio azul es, sin duda, no una canción, sino, La Canción. Y después de tanto pensarlo, yo creo saber porqué.

Su cursilería. He escuchado canciones cursis, baladas cortavenas para las multitudes nulas, la repetición como el más placentero acto de idiotez. Sin embargo, ésta en particular muestra una ambiguedad digna de sospecha. Ninguna como ésta. Nada parecido a su ingenuidad y ternura. Nada más idiota como para lanzar a miles a la revolución, a la guerra, a las ideologías que ella. Porque no hubiera podido haber nada de esto sin cursilería. Las generaciones previas sólo se dignaron en ser cursis, melodramáticos. Sólo algo cursi pudo habernos legado un desastre de mundo como éste. Sólo a un ingenuo se le hubiera ocurrido crear un unicornio azul y dejarlo perder, de la misma manera que perdieron el futuro.

Nunca quisimos unicornios azules; con que nos hubieran dejaron en paz hubiera sido suficiente.

10 mayo 2008

Upps!


Maravillosa la obra de Nelson Rivera. Albizu, ante la sorpresa de la historia, ante el vértigo del futuro. Upps, I did it again.

16 noviembre 2007

37

En otro lugar, con ropa más holgada y pensando en montañas nevadas, y alamedas, y el olor a gas lacrimógeno en el aire rancio de una ciudad sin cielo. Quizá por ello las agujas del reloj andan con golpes de ansiedad. Y se inyectan de ron y canciones para enajenarse del tiempo, que no para. Mañana será otro día para fumar. Mañana será otro día para irse por las ramas.

19 junio 2007

Calle de la Amargura

Amiga mía, ¿tú preguntas
quién ordena que arda el
habla del inválido? - Boris Pasternak


22 abril 2007

20 de abril del 90

yo no tengo parentesco con el planeta: cada instante no es más que un sufragio en la urna de mi desesperación. - Cioran

09 abril 2007

Caribeando sigue andando

http://www.caribeando.blogspot.com
Para cuando quieras dar la vuelta y un golpe de sal y arena te salpique en los párpados.

08 abril 2007

Conejo de Pascuas

En el día del conejo de pascuas recordemos en esta semana se commemora el hecho que el cristianismo se comío a un judío. La tradición cristiana, antropomorfa, nos educa para recibir la gracia por medio del cuerpo de Cristo en la comunión por medio del pan sagrado. ¿y si nos comemos un conejito de marshmallow?
Feliz Pascua de Resurrección. Unos ojos divinos seguro mirarán atentamente nuestra estupidez.

02 abril 2007

Lo que el río se llevó

Mi madre a los diecialgo años, con rolos, trópico y batita de gestación. A los 60 años recién cumplidos aún conserva la misma sonrisa. Eso el río no se lo llevó.

23 marzo 2007

El cigarrito

En contra de la ley que no permite fumar en lugares públicos recuerdo aquí al amigo ausente Victor Jara, uno de los más grandes compositores de América Latina. El cigarrito como aquello que une, que despeja y que nos ofrece la oportunidad de morirnos como nos dé la puta gana. De todas las infinitas cosas que no podemos hacer, de todas las más profundas estupideces que tenemos que soportar y de las más patéticas maniobras políticas puertorriqueñas, ésta es sin duda, el detonante de un estallido. Aquí todos fuman.

http://www.youtube.com/watch?v=hesTpJ4oGvk

20 marzo 2007

Free Beer Here

En el fondo del cañito hay un suicida.
(El negrito de J.L.González, of course)
(autoretrato: Sonia Marcus Gaia)

19 febrero 2007

Tarjeta Postal para la Muerte



Como si supiera que en el camino de la vida iba a ser una tarjeta volátil y efímera, tierna y superficial. Adempero a los elementos, el rostro de las huellas vividas aún calma los mares siniestros. Sólo la cercanía de la orilla sucumbe a los infiernos. A la hora del té descanso. Mañana será otro día para viajar. Quizá para descansar, pero no llevo a engaños. Sólo habrá una muerte rosa tres pisos bajo el soterrado. En la esquina, de seguro, encontrará la rueca, el hilo y la tijera de una Penélope sin dedos. Una tarjeta postal que diga: Casi ya por el fracaso voy a reventar.

14 febrero 2007

Freak´s Love

¡Happy Freak Show!

07 febrero 2007

CaribeAndo

¡Pronto en su website más cercano!

04 febrero 2007

Lenguaje de dioses

8
Yo no tengo una personalidad; yo soy un cocktail, un conglomerado, una manifestación de personalidades. En mi, la personalidad es una especie de forunculosis animica en estado crónico de erupción; no pasa media hora sin que me nazca una nueva personalidad. Desde que estoy conmigo mismo, es tal la aglomeración de las que me rodean, que mi casa parece el consultorio de una quiromántica de moda. Hay personalidades en todas partes: en el vestíbulo, en el corredor, en la cocina, hasta en el W. C. ¡Imposible lograr un momento de tregua, de descanso! ¡Imposible saber cuál es la verdadera! Aunque me veo forzado a convivir en la promiscuidad más absoluta con todas ellas, no me convenzo de que me pertenezcan. ¿Qué clase de contacto pueden tener conmigo - me pregunto - todas estas personalidades inconfesabIes, que harían ruborizar a un carnicero? ¿Habré de permitir que se me identifique, por ejemplo, con este pederasta marchito que no tuvo ni el coraje de realizarse, o con este cretinoide cuya sonrisa es capaz de congelar una locomotora? El hecho de que se hospeden en mi cuerpo es suficiente, sin embargo para enfermarse de indignación. Ya que no puedo ignorar su existencia, quisiera obligarlas a que se oculten en los repliegues mís profundos de mi cerebro. Pero son de una petulancia... de un egoísmo... de una falta de tacto... Hasta las personalidades más insignificantes se dan unos aires de trasatlántico. Todas, sin ninguna clase de excepción, se consideran con derecho a manifestar un desprecio olímpico por las otras, y naturalmente, hay peleas, conflictos de toda especie, discusiones que no terminan nunca. En vez de contemporizar, ya que tienen que vivir juntas, ¡pues no señor!, cada una pretende imponer su voluntad, sin tomar en cuenta las opiniones y los gustos de las demás. Si alguna tiene una ocurrencia, que me hace reír a carcajadas, en el acto sale cualquier otra, proponiéndome un paseíto al cementerio. Ni bien aquélla desea que me acueste con todas las mujeres de la ciudad, ésta se empeña en demostrarme las ventajas de la abstinencia, y mientras una abusa de la noche y no me deja dormir hasta la madrugada, la otra me despierta con el amanecer y exige que me levante junto con las gallinas. Mi vida resulta así una preñez de posibilidades que no se realizan nunca, una explosión de fuerzas encontradas que se entrechocan y se destruyen mutuamente. El hecho de tomar la menor determinación me cuesta un tal cúmulo de dificultades, antes de cometer el acto más insignificante necesito poner tantas personalidades de acuerdo, que prefiero renunciar a cualquier cosa y esperar que se extenúen discutiendo lo que han de hacer con mi persona, para tener, al menos, la satisfacción de mandarlas a todas juntas a la mierda. (Oliverio Girondo, Espantapájaros)

30 enero 2007

Conversaciones de secretarias

Voces chillonas, susurrantes a veces, una territorialidad del espacio que se consume como la casa. En él gritan, chillan, hablan de cubículo a cubículo, como en el barrio y sus tendederos. Buscan la mirada cómplice para el chisme con su compañera. No es bien el silencio. Este es sinónimo de seriedad y allí campea el grito, en su terreno, altisonante y chismoso. Es la articulación del hogar. Es un traslado de la mujer trabajadora, harta del legado denso y masoquista de las feministas. En términos de sociedad, género y las susodichas responsabilidades que el trabajo ha generado, decide traer la cursilería y la cotidianeidad de la casa a su puesto. Ya no es la mujer que sale a la calle porque es necesario, porque es un derecho de ambición, sino por imperativo. Al asumir el papel del hombre como poder se desestabiliza la noción de crecimiento y ascenso para nuestra secretaria. Así trae flores de plástico, prende velas, organiza su espacio con los colores rosa añejo como su baño con delfines y videt, conversa con sus compañeras lavadoras y machacan que machacan los chismes laborales mientras restriegan los papeles sobre su escritorio. El silencio, como antes dije, les aterra; ese silencio de la casa que las subordina y anquilosa, de allí sus bromas, y sus parloteos, el minúsculo céntimo de labor y desarrollo. La repetición, en ello, es fundamental como muestra de una conversación forzada que radica a su vez en una forzada relación de estas amas de casa/secretarias con los vínculos familiares/laborales. Aunque es sabido que hasta los vínculos sanguíneos pueden cortarse. Aquí sin dramatismos ni gentilezas, drásticamente.
¿En qué se basa dicha familiaridad? La secretaria que vanagloria, como todo buen trabajador que se precie de tal, la llegada del viernes. La secretaria que hace alusión constantemente a la cocina y la comida, esta eterna sensación de hambre y recetas. La secretaria con su conversación superficial y farandulera sustituta de los chismes del bario. La secretaria con su lectura del periódico y la lectura a su vez de la sección de noticias sensacionalistas, aquellas que la alejen del contorno actual e inmediato. La secretaria de pésimo lenguaje que lee en voz alto y comenta y vuelve a rematar la noticia para creerla ¡y creerla de verdad! La secretaria que se defiende del tedio comentando una vez más el más desfachatado misterio del diario vivir, múltiples veces comentado y otras veces reído. La secretaria que no teclea en una maquinilla, sino que, sueña divertida y enajenada, que vuelve a la casa y manda al chiquillo a decir a la Petra que venga rápido porque le tiene un chisme de ¡este tamaño! mientras alarga su brazo para contestar el teléfono y con desdén monumental contestar: ¿Alou? Sí, le paso con el jefe, en una intermitente espera para el próximo cuento.

22 enero 2007

Sobrepeso


Pienso que habita un hueco tan gigante casi de la misma densidad de la capa de ozono en mi complexión. subsiste allí desde la era mesozoica, fosilizado de los sinsabores del género humano. las dimensiones son inconmensurables (o inmediables) porque cada día se expanden a 100 kilómetros por hora. si sigo así tendré que usar tallas triple extra grande por el resto de mi vida, o peor aún, competir con la gorda más rolliza del circo más famoso del mundo. competirán nuestros propios pesos vivenciales, pero ya que el aire no tiene peso, perderé la suerte junto a la lotería, lo mismo que todos los viernes. y como se puede estar peor cuando todo empeora, me supongo que me sentiré conectada con el pejesapo que chochea alegremente en el estanque del jardín, quizás volaré entre las olas con un deforme y bello pez globo todo lleno de espinillas juveniles o, para colmo, a lo mejor serpentee sin control en las suaves profundidades del caribe convertida en un chapín de lo más gracioso. da igual. perpetuamente me ha gustado el mar. es el único lugar donde caben mis mortales suicidios. no quepa la menor duda, desde los acantilados más feroces donde se han estrellado gaviotas freudianas hasta las más calmosas playas, destinatarias de turistas y náufragos insaciables, hay espacio, no lo dude usted, para todos (dimensionalmente hablando).

De "Demonios en la linterna" Sonia Marcus Gaia (1999)

19 enero 2007

Cíclope poético

(dibujo: Demián Aiello, "Cíclope")

Si ha encontrado a un escritor así, por favor no desenfoque ni deslice el pulgar. La transmisión no es culpa de su televisor ni del pésimo cable que paga para ver las películas de Cantinflas. Usualmente este especimen tiende a esta condición: Yo primero, Yo segundo, Yo tercero e Inflable. Escribe cartas proscritas, maneja códigos de viajes y aviones y títulos académicos de una índole de ínsula irsuta. No hay remedio con ellos. Se inflan como pejesapo y es sorprendente la gran capacidad de nutrición flotante de sus espectros. Cuando los vea como la novicia voladera, y se harte de sus mañas y sus cuervos, y contraiga sus ojos frente a sus más devoradores egoismos y termine pensando si es más factible creerle o matarle, no desfallezca. Las leyes naturales son infalibles. Si algo sube... te veré caer.