27 agosto 2006

Sonia en declaración de emergencia nacional



Cargando una carreta de bueyes alguien una vez me comentó que mi cabellera rebelde al viento me traería pesadillas. Pero no le hice caso y omití los blancos que se deben rellenar en una solicitud de empleo. Sí me acordé que tendría que sonreír como una boca-bahía desde el alba hasta que la luna formara una noctámbula orgía. Entonces me serié y no volví a mostrar mis colmillos. Al final del tiempo descubrí que llevo el pelo corto y que se me achinan los ojos en cuarto-creciente ante el amor cortés. Entonces descubrí que había transitado una mentira. Corté los hilos en mis muñecas y me marché.