18 agosto 2008

ENCONTRADO

¿Cuál es la naturaleza de la susodicha cancioncito de Silvio Rodríguez? ¿Esa que habla de cuernitos y caballos alucinógenos? Después de toda una vida memorizando, cantando, emborrachándose con las mismas canciones, es ésta la que más duda crea sobre eso que causó tanta ilusión en miles de izquierdistas. El unicornio azul es el gran misterio de las Cruzadas, el gran develado y gran artilugio de las masas, representa los instintos más fantásticos de los revolucionarios. El unicornio azul es, sin duda, no una canción, sino, La Canción. Y después de tanto pensarlo, yo creo saber porqué.

Su cursilería. He escuchado canciones cursis, baladas cortavenas para las multitudes nulas, la repetición como el más placentero acto de idiotez. Sin embargo, ésta en particular muestra una ambiguedad digna de sospecha. Ninguna como ésta. Nada parecido a su ingenuidad y ternura. Nada más idiota como para lanzar a miles a la revolución, a la guerra, a las ideologías que ella. Porque no hubiera podido haber nada de esto sin cursilería. Las generaciones previas sólo se dignaron en ser cursis, melodramáticos. Sólo algo cursi pudo habernos legado un desastre de mundo como éste. Sólo a un ingenuo se le hubiera ocurrido crear un unicornio azul y dejarlo perder, de la misma manera que perdieron el futuro.

Nunca quisimos unicornios azules; con que nos hubieran dejaron en paz hubiera sido suficiente.

1 comentario:

Wingston González dijo...

órale. hermoso y terrible tu nota sonia. tal y como puedo traerte a la iglesia pentecostales y esquilarte con una serie de canciones divertidísima e hiper cursis, así puedo enviarte a perder tu vida por en las manos de un comandante iluminado. terrible. un abrazo gigante.