(foto: Sonia Marcus Gaia - Perro sato en litoral de Isla Verde, San Juan)Si tuviera un sueño cargaría con las sombras que permanecen en aquel tejado al descubierto y descubriría las lágrimas cuaguladas en el sofá abierto. Abriría de par en par las notas cantadas ante un oido muerto y marcaría en cien por treinta y cinco las cinco leguas extendidas por la panorámica central. Insitaría a un recuento absurdo de las anécdotas que se preservan bajo la cama y machacaría con esto de borrar el libro cerrado en la hoguera interna de un patrón asesino y virtuoso como es el cuerpo. Tiraría mis pestañas entre las pestañas verdes y traspasaría a cuchilladas el lienzo que nos ata a la tierra y al olvido. Volvería a pintar en una foto que los días que pasan son siniestros y comenzaría nuevamente a desandar lo andado para enredarme en el ovillo del gato y volverme hilo y hebras, y picor y salitre en remojo. Si tuviera un sueño volvería a dormirme.
4 comentarios:
Pero despierta luego para seguir contándosnolo
Bello y muy potente texto, Sonia...gracias
Detective:
"Yo sueño que estoy aquí
de estas cadenas cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi."
¡Como me ha encantado este fragmento desde siempre! Por ello parafraseo y una vez también escribí:
La vida es una barca,
Calderón de la Mierda.
abrazos, s.
Cuervo:
Parafrasear y revolver letras también es una magnífico acto de creación. Te has convertido en un cuervo fantasma. Ya no encuentro tu blog. A ver si este año regresas a la corporeidad y nos deleitas nuevamente con tus historias.
abrazos, s.
Cristina:
Los sueños, la inexistencia, la inmovilidad, todo atenta contra y a favor. Sólo nos queda la fuerza. Y a patadas se ha dicho.
abrazos, s.
Tú, tú, tú...
Me suena. Y me suena bien. Siempre es mejor hablar de uno mismo (que es nuestra propiedad menos improbable) que hacerlo de los demás, para bien o para mal. ¿No?
YO hablo poco o nada de mi, y mucho bueno de los demás.
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