Espantapájaros para perritos con perrita en celo dentro de casa
No sé; ni me importa un pito que mis perritas tengan senos como mamaderas para cachorritos o huesos de chuleta desabrida; un pelaje de jobo trasnochao o de papel de lija amaestrada. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento amoníaco o con un aliento de pulgas de circo. Soy perfectamente capaz de soportarles un hocico que sacaría el primer premio en una exposición de Pedigree o de marca genérica; ¡pero eso si! - y en esto soy irreductible - no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan gemir. Si no saben gemir ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!
Para Spy, en solidaridad con su inusual naturaleza amatoria
7 comentarios:
para el sótano de caballo seco, sonia gaia y fred kischt... noche tan linda esa.
>> Un pájaro de papel en el pecho
dice que el tiempo de los besos
no ha llegado <<
Vincent Aleixandre
Utilizo con el más absoluto descaro este epígrafe ya usado por Federico en Calles y Sueños. Aniquilo estas horas estudiando con fervor Un Poeta en Nueva York... ya veremos que sale del embeleco. Las manos, estas mismas que sujetan el mellado cuchillo en la garganta de los relojes actualmente desean alcanzar tu pie cómodo. La palabra utópico sería la más indicada para describir este sentimiento: perteneciente a un sistema optimista que aparece como irrealizable en el momento justo de su formulación. El clima no ayuda, el vieno trae agua y sonidos de balas... tengo miedo, aunque vivo en concreto armado tengo miedo confeso. De vez en cuando el sol se decide pero es opacado por un gris de montaña que no estaría nada mal si además de tu perfume de adolescente se nos quedara algo tuyo, lo que sea, una costilla, un hombro, tus labios. Soy más soñador aún: en esta tarde donde menguan las esperanzas deseo tus senos tibios y fuertes, como los imagino, como les he tocado tanto en los sueños abiertos.
>> Ah mi amiga
que tú no quieras creer en las preguntas
de esa estrella recién cortada <<
Lezama Lima
Voy con muchos epígrafes. Este adiós no es tan grande pero amerita... Este adiós no maquilla un hasta luego... Estas manos se me van de las manos y más que impotente me declaro culpable de inasequibilidad. Queremos (me uno a ellos) quererte, cocinarte, arrullarte pero este humilde proyecto de cosas no te sirve, no te salva... no voy a aniquilarlo no por no tener el valor es que es un asunto de fuerzas. Recuerdo ahora con tropezones la historia de Abraham con lágrimas interrogantes esperando el momento de sangre y tripa al desvainar el cuchillo frente a la roca. Es imposible escapar porque como dice Yoshua: Ya estoy involucrao.
>> Voy a contarte historias de gaviotas
para que no las vuelvas a asociar con la tristeza <<
Eduardo Galeano
Mi hermana pregunta, Por qué manos. En estos momentos en que mi mente formula un cuentecito llamado Ojos que no ven... pienso en la importancia del tacto. Los mejores agarres han sido a oscuras en mientras las manos acariciaban, tocaban, explicaban, buscaban apoyo en una pared, soportaban el peso del cuerpo en las profundidades del lecho y hasta cosas más tiernas como sostenerte el cigarrillo, tocar tus manos (esas, las pintadas de rojo mamasita) y se excusan ahora diciendo adiós de reina de belleza. Una mano escribe, la otra, celosa, piensa, dicta, sujeta el papel... siempre pude quererte mejor tocándote.
En este momento digamos decisivo en donde aburro con capitulaciones y masacres, en este instante previo al ataque de pánico en donde entiendo que las fotografías pueden ser la historia contada de una persona, abro las cajas que llegan por correo y pienso: mi vida ha sido hasta ahora una mudanza, mi vida cabe en una camioneta, mi vida si las cosas que uno posee son la vida me llega de mes a mes en una caja de correo en donde no están tus cartas, ni tus mapas, ni nada de nada. Las playas me llegan, esas sí, felices en blanco y negro. Playa nuestra, domingo de espaldas, playa de papel y madera.
Aprovecho entonces este acápite de locura: tu pecho bonito de papel de foil unido al mío de girasoles, te confieso que te pienso más de lo normal y de repente te deslizo por mis cascadas y te preparo ensaladas tropicales, más piña madura que otra cosa y guayabas rojas por dentro, rojas por ti, por la hebra de rizo que se te mete en la boca maldito viento, bendito viento que te levanta la falda y me regala tus muslos de tocones y tu verguenza que verguenza no tengo nada que ponerme no me he maquillado pero no me importa, estoy cansado de no encontrarte físicamente y de inútilmente buscarte en la pesadilla de los peajes en la horrible intermitencia del tráfico hacia juanadias de una ciudad que poco a poco va abriéndose de piernas para mí, que me deja atravesarla y me dice sin querer queriendo quédate en mis adoquines, quédate acá... tu abrazo de soga corazón, tu boca brillante que ya no, en la penumbra de mis despedidas de siempre de no encontrarme bagazo aquí tambien tenemos fritangas aquí también cocinamos con leña y no importan los rostros recorridos ni pendientes si ni siquera las cervezas ni las copas de vino que pormetiste y yo que quería ofrecerte tantas paellas valencianas y vino espumante y prosseco y cervezas quilmes para ti conmigo, me conformé con tu abrazo de caimana y nos dijimos adiós, ojalá, que volvamos a vernos...
Algún día y a oscuras por favor voy a escribirte una verdadera historia de estas manos para que no vuelvas a asociarlas conmigo,
i´m out
>> un día voy a escribirte un poema
acerca de los huesos
de lo mucho que sonríen
debajo de la piel <<
Gallego
o de cómo la magia era tan densa que podía cortarse a tijeretazos.
le debo unas manos, don rey. como dice fred, nos vemos en los bares. besos.
sonia
saludos al canino girondiano.... éxitos entre gemidos
Debe faltarle algo de bohemia en La Pocilga. ¡Remedio para el alma!
Esperamos verte por allá, besos.
s.
es...simplemente genial....ñññññññ(me bajan todo tipo de nervios ridículos con perritos asi...)
Cristina
Ese estuvo con nosotros en Santiago durante tres años. De regreso a la isla disfruta del calor y no se deprime mucho. Eso sí, fiel a su carácter de perrito de alfombra, se enoja por la más mínima cosa. El lo sabe, y yo también, su personalidad vale por el carisma de su mirada. No hay manera de contradecirlo, sabe que es un tesoro y que lo amamos.
De la perrita causante de sus delirios te digo, se llama Chascona y es chilena. Vio el Caribe, el patio, los caballos que pasan y los sapos y supo de inmediato que esta es su vida soñada. Aún no la he llevado a ver el mar, otro día será. Ya me la imagino ladrando: Eh, po, y eso que pucha es? De su personalidad ya haré otras historias...
abrazos
sonia
O sea que esta monada es tuya...es que me encantan los animales...los perros son "personitas", con una miradita te dicen tantas cosas...este tienecara de saberselas todas, de ser más listo que el hambre...¡Dale un beso de mi parte!
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