18 septiembre 2006

El Ángel de la Historia

(foto: David Burnett - 1973)

Sus ojos se abren de par en par, su boca permanece abierta, y sus alas extendidas. El ángel de la historia debe de tener ese aspecto. Ha dirigido su rostro al pasado. Allí donde aparece ante nosotros una cadena de acontecimientos, allí ve él una única catástrofe que amontona sin cesar ruina sobre ruina y se la arroja a los pies. Bien que le gustaría demorarse, despertar a los muertos y recomponer lo destrozado. Pero sopla una tormenta desde el Paraíso que se ha enredado en sus alas, y es tan fuerte que el ángel ya no puede cerrarlas. Esta tormenta le empuja imparable hacia el futuro, al que él le vuelve la espalda, mientras que el montón de ruinas delante suya crece hasta el cielo. (Walter Benjamin. Sobre el Concepto de Historia)

6 comentarios:

Gonzalo Villar Bordones dijo...

La historia, el relato de nuestra tentaiva.

Sonia Marcus Gaia dijo...

Y tentativa que quedó marcada para siempre en la historia.

Gracias por pasar por este inhóspito lugar,

Sonia

nickhere! dijo...

Solo ruinas? Nada positivo en la historia? No todo lo que figura en las amarillas páginas son ruinas. Pensandolo bien si, como explicaba Lord Byron , el recuerdo de una dicha pasada es triste (porque ya esa dicha no esta), mientras que el recuerdo de un pesar sigue siendo pesaroso.

Sonia Marcus Gaia dijo...

Luciana:

Qué bueno que hayas pasado por acá. Tienes un blog con un humor muy inteligente y refrescante. Y quizás siguiendo esa línea de tu blog, aunque con un poco más de acidez y cinismo, te respondo que: "quizás tienes razón con que todo en la historia no son ruinas, quizás debamos acordarnos que también hay mucha mierda".

Gracias por tu visita a La Casa. Vuelve cuando quieras.

Sonia

KuruPicho dijo...

La historia no me preocupa, siguiendo al judío walter, sino el presente, que sobrepasa lo escatológico hasta alcanzar profundidades abisales. Las ruinas pegan parece, pues los europeos sacan sus rentas de ellas.Del presente sale la vida o ...

Sonia Marcus Gaia dijo...

Mucha desazón, es verdad, trae la historia. Historias continuas que se comen el rabito como la serpiente. Como dice la canción de los Desorden Público "Vai-vén" (Venezuela) la historia es un "cuento siniestro que vuelve a empezar". El problemón radica en que el pueblo que no conoce la historia la vive dos veces. A tragantón y sin agua.

Interesante eso de que "las ruinas pegan parece, pues los europeos sacan sus rentas de ellas".

Suerte en el Congreso de Filosofía.

Abrazos.
Sonia