Sobra la rutina
en mi casa de siempre,
retomo la osadía.
Puedo decir que en el encuentro
está una lágrima
colgando su dolor
en las perillas.
La toco,
no hay respuesta.
La ira se avecina.
LEDA GARCÍA (COSTA RICA)
18 julio 2006
Santiago sobre la mirilla
(foto: Sonia Marcus Gaia, Ñuñoa, Santiago de Chile)
Desde una ventana una cordillera nevada se abría al mundo. Ahora, quizá, esté cerrada a la mirada. Sólo un bermejo reflejo andará colándose por los bordes, incestuoso carnaval en sus polillas.
Sí Cuervo, la distancia ejerce ese misterioso poder sobre la ciudad, ¿pero quién no ama más sino lo imaginado? Esa ventana ñuñoína se cerró por derribo hace más de un mes y medio. A cambio su inquilina más insidiosa regresó a la cuna de sus más largas pesadillas, de regreso a una semilla hongosa y yerma de su paisito pequeño.
Bienvenido a La Casa, cuando quieras. Luego paso por Lo suyo.
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Sí Cuervo, la distancia ejerce ese misterioso poder sobre la ciudad, ¿pero quién no ama más sino lo imaginado? Esa ventana ñuñoína se cerró por derribo hace más de un mes y medio. A cambio su inquilina más insidiosa regresó a la cuna de sus más largas pesadillas, de regreso a una semilla hongosa y yerma de su paisito pequeño.
Bienvenido a La Casa, cuando quieras. Luego paso por Lo suyo.
Sonia
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